Actualmente vivimos en el apogeo de la era digital en donde cada vez se nos es más fácil acceder a la tecnología. En esta era contamos con una amplia gama de dispositivos a nuestra disposición; uno de los más populares son los smartphones, los cuales en su mayoría casi todos poseemos en el bolsillo. Debido a la facilidad de acceso, portabilidad y al gran número de usuarios que hoy en día cuenta con estos dispositivos, se ha generado un amplio sector de consumidores convirtiéndose en un mercado en el cual las empresas de hoy en día compiten por estar en él.

Al conocer que el mundo móvil está en constante crecimiento, el siguiente paso es preguntarnos ¿Qué beneficios me puede traer una aplicación en mi negocio?

Algunos beneficios que nos pueden dar las aplicaciones son:

Accesibilidad: Al ser una aplicación enfocada en los dispositivos móviles, esta nos da la portabilidad que los mismos tienen, de tal manera cualquier cliente puede acceder a ella en cualquier momento y lugar.

Notificaciones: Una aplicación cuenta con la habilidad de notificar al usuario sobre nuevas actualizaciones, cambios de información o cualquier otro evento de relevancia.

Disponibilidad Offline: Muchas funcionalidades pueden mantenerse activas aunque no se cuente con una conexión a Internet, dándonos la flexibilidad de utilizar la aplicación en cualquier momento.

Usabilidad: La aplicación brinda la ventaja de poder ser desarrollada según las necesidades del usuario, dándole una mejor experiencia de uso en su interacción con ella.

Reforzamiento de la marca: Se le da al cliente una mayor cercanía con el negocio, fortaleciendo el vínculo entre el cliente y la empresa, además de darle reconocimiento a la organización en el ámbito tecnológico.

Una vez identificadas las ventajas que una aplicación móvil puede brindar a un negocio se procede a definir las metas a alcanzar con el desarrollo de la misma donde siguiendo una estrategia de negocio se podrá generar un eje conceptual que atribuya valor a la organización.

Además, es importante entender para quien está guiada la aplicación y preguntarse: ¿Quiénes serán los usuarios?, ¿Qué dispositivos utilizan?, ¿Qué recursos necesitan? La respuesta a todas estas preguntas nos dan la información necesaria para incorporarla con la estrategia y dar arranque a la implementación de la aplicación.

El paso final es el de darle vida a la idea, para esto es recomendable asesorarse con profesionales en el área y de esta forma obtener diferentes alternativas, estimados de costos de inversión y clarificar cualquier duda pendiente dentro del marco táctico organizacional y de esta forma iniciar el proceso de desarrollo de la aplicación.

Al final de todo este proceso, el producto final será una aplicación móvil que pueda transmitir el concepto y valor de su organización, generar beneficios tanto para el cliente, como para el negocio y posicionar su empresa como líderes del mercado.

 

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